viernes, 16 de marzo de 2018

ATHLETIC CLUB - OM



VERGÜENZA, VERGÜENZA Y POR PARTIDA DOBLE.

Un partido horroroso sin dar la sensación de una posible remontada épica. Sin salir a morder desde el minuto uno, con una presión asfixiante al rival para meter miedo en el cuerpo.

Al Olympique de Marsella le bastó con hacer su juego y tras un penalti clarísimo de Lekue, se puso por delante en el marcador, lo que obligaba al Athletic a marcar 3 goles como mínimo.

Por si eso fuera poco, dos lesionados en el primer tiempo: Rico y Yerai. Dos cambios obligados que condicionaron el partido. El Athletic no hizo ningún remate entre los tres palos hasta la segunda parte, donde el OM marcó un golazo y sentenció el partido.

Ese segundo gol propició que parte de la grada rojiblanca se fuera marchando del campo; la remontada era imposible en ese momento, pero hay que estar en lo bueno y en lo malo.

Pocos minutos antes del pitido final, una pitada y pañolada fue lo que la afición de San Mamés ofreció al equipo.

Ahora queda solo la liga, donde Europa no está entre las posibilidades, queda hacerlo lo mejor posible y esperar a la siguiente.

Responsables de todo lo acontecido son todos, pero la mayor responsabilidad recae en el entrenador, que le venía grande el equipo desde hace mucho tiempo atrás.

VERGÜENZA, lo de las bengalas dentro de San Mamés. ¿Cómo es posible que hubiera tantas bengalas dentro del campo?

Ese incidente puede acarrear una sanción al Athletic, porque no fue una bengala, fue toda la primera línea de los ultras del OM.  Además, una bengala impacto sobre un niño, es vergonzoso que no cancelaran el partido y que no sancionaran al OM, pero claro eso no tiene pinta de que vaya a pasar.

Las dos agresiones a los guardias de seguridad del campo son una situación muy grave. No tendrían que haber dejado entrar a los ultras del OM al campo, ni siquiera a Bilbao.
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